Las desgracias ocurren en los momentos menos pensado. San Jacinto y todo el Departamento de Ancash experimentaron en carne propia un fuerte sismo en 1970 de 7.8 grados en la escala de Richter, destruyendo casi toda la zona costera y prácticamente desapareciendo del mapa a Yungay y Ranrahirca en la sierra de nuestro departamento.El gran terremoto registrado el pasado miércoles en nuestro país fue de 7.9 grados en la escala de Richter, causó al menos 500 muertos y más de un millar y medio de heridos, la mayoría en la ciudad de Ica, Pisco y Chincha, lugar del epicentro, mientras el pánico se adueñaba de Lima y en general en todo el país.
La reacción gubernamental dejo mucho que desear, reaccionaron recién al día siguiente, muy a pesar que Ica se encuentra a poco más de dos horas de la capital. Esto esta propiciando que el gobierno que preside Alan García esté en estos momentos recibiendo ataques de todos los sectores. Y con justa razón, toda vez que en la noche del sismo, muchos conciudadanos quedaron atrapados y muriendo en algunos casos por falta de maquinarias y personal especializado para el auxilio.
El epicentro del fuerte terremoto, que provocó una alerta de tsunami en el litoral del Pacífico peruano se sintió en los países vecinos, se ubicó en el mar, a 167 kilómetros al sur de Lima y frente a las costas de la ciudad de Pisco.
Los sanjacinteños, al sentir el remezón pasamos el gran susto de nuestra vida y nos hizo recordar lo que mucho de nosotros vivimos en carne propia en 1970.
Al menos solo fue un susto en nuestra localidad. No conocemos de alguna consecuencia que lamentar, a pesar que el sismo se sintió muy fuerte en San Jacinto.
Confiamos que con la solidaridad que ya estamos viendo ayude a superar estos momentos difíciles que atraviesan nuestros hermanos del sur.
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