El día 28 de Julio pasado, fecha del aniversario patrio y oportuno momento para cualquier actividad pro-fondos; el Comité de damas de la Municipalidad Distrital de Nepeña organizo una actividad folklórica en donde se presentaría artistas provenientes de Chimbote y en el estelar “Estrellita de Pomabamba”.La señora Nila Villanueva Carranza, conocida en el mundo artístico como “Estrellita de Pomabamba” llegó como en tantas otras oportunidades para compartir su arte con sus paisanos y otros amantes de nuestro acervo cultural.
Quienes amamos el folklore ancashino y en especial de Pomabamba, quedamos sorprendidos porque recién un día antes del evento tuvimos conocimiento de la llegada de la artista, algunos se enteraron recién el mismo día y otros tuvieron conocimiento días después.
¿Y a qué se debió esto? pues, a que los encargados, quizás por desconocimiento o querer ahorrarse algún dinero, no hicieron la promoción debida en la radio identificado con el folklore ni mucho menos en la televisión local, pese a que existe un canal eminente folklórico dispuesto a apoyar y pese a que “Estrellita” habría entregado los DVDs para la promoción a quienes hicieron el contrato.
El resultado era de esperarse: 35 personas “abarrotaron” los ambientes del Coliseo “Unión Obrero”, el equipo al ver en riesgo su pago, optó por retirarse pero finalmente aceptó colaborar. Cuando “Estrellita” quiso cumplir con ese reducido grupo de asistentes se presentó otro problema, el conjunto no quería salir a acompañarle porque tampoco estaba garantizado su pago. Ante la insistencia, finalmente aceptó acompañar la participación de “Estrellita” quién salió al escenario e hizo mención de su incomodidad.
“... En mis 52 años de vida artística es la primera vez que me ha pasado ésto, pero voy a cantar porque a ustedes me debo, a pesar que hoy ya perdí...”
Terminó de cantar y no había ninguna dama de la Comisión de “chalecos verdes” del Comité de Damas de la Municipalidad, todos huyeron y ahí quedo sola, nuestra reina del chimaychi.
Un desaire a una grande del folklore que esperamos nunca más se repita.
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