jueves, 11 de octubre de 2007

MILLONARIOS INGRESOS EN LA MUNICIPALIDAD DISTRITAL DE NEPEÑA

COMO EVITAR EL DESPILFARRO DE LOS RECURSOS MUNICIPALES
Por Pedro Escudero Cárdenas

Hoy como nunca la Región Ancash percibe ingentes sumas de dinero provenientes de la descentralización de los recursos y principalmente de los ingresos por concepto de Canon y las Regalías que se originan por la existencia de yacimientos mineros en la región.
Como consecuencia de ello, hoy, la Municipalidad Distrital de Nepeña, ha incrementado enormemente sus recursos por ese bienestar económico que vive la región, debido prioritariamente a que en su seno se encuentra Antamina, uno de los emporios mineros más importantes del país y cuyos impuestos de ley a través del canon y sobre canon al ser distribuidos al gobierno regional y municipios, deben ser gastados exclusivamente para obras de infraestructuras por las autoridades ediles.
El Gobierno Municipal del Distrito de Nepeña que dirige el Sr. Luis Falconery Montalvo Rodríguez, ha heredado la enorme responsabilidad de administrar tanto dinero que no lo tuvieron jamás sus antecesores. De ahí la importancia de que el pueblo organizado aporte en el desarrollo de la gestión municipal, fiscalizando exhaustivamente cada centavo del dinero de todos, que transitoriamente el pueblo le ha encargado administrar.
Para entender bien de cómo evolucionaron progresivamente las arcas de la Municipalidad Distrital de Nepeña, veamos el siguiente cuadro que es un resumen extraído de la base de datos del Portal del Ministerio de Economía de Finanzas.
TRANSFERENCIAS RECIBIDAS POR LA MUNICIPALIDAD DISTRITAL DE NEPEÑA

Los datos presentados muestran claramente como en el presente año los ingresos por canon y regalías mineras se incrementaron extraordinariamente. Incluso hay proyecciones que señalan que el año próximo se puede duplicar estos ingresos.
El asunto es ¿como gastarlo?, ¿en que gastarlo?, ¿Se tiene la suficiente capacidad para gastarlos? ¿Como fiscalizar el destino correcto de estos recursos?. Sobre todo, si vivimos en un país en donde se ha instaurado la coima del 10% en las adquisiciones y contrataciones y en la pasividad del pueblo que en muchas ocasiones manifiesta: ¿Quién no roba? “Qué robe, pero que haga obras”, frases que nos denigran como sociedad al aceptar la corrupción como una necesidad justificable mientas veamos obras. Pensamiento inaceptable que debemos combatir paulatinamente mediante un proceso de recuperación de valores que nos compete a todos.
¿Esta preparado la gestión municipal que lidera Luis Falconery Montalvo Rodríguez para administrar esta abundancia económica que estamos atravesando?
Transcurridos casi 10 meses de gobierno, lamentamos opinar negativamente. Los errores presentados desde un inicio la misma que no ha podido corregir hasta el momento nos hace dudar de una administración correcta. El inconveniente despido de trabajadores para colocar a otros, nos hace deducir que pronto se les esté reincorporando pagándoseles todo lo que se les debe por el tiempo no trabajado. El no existir una política de fiscalización en los procesos de licitación en donde participe el pueblo organizado, nos hace pensar que el famoso 10% de “coimisión” esté rondando el entorno municipal de la forma mas variada a la que acostumbran muchas constructoras y proveedores corruptos. El incremento de las obras aprobadas en el presupuesto participativo, algunos de ellos a precios exorbitantes, nos hace dudar que el equipo de profesionales en la elaboración de proyectos, no sea de la más confiable e idónea.
A esto se suma de que hasta la fecha, en ningún medio de comunicación escrita, radial y televisiva que sostiene la Municipalidad, no se difunde el balance económico del primer semestre ni mucho menos se desconoce de algún proyecto de desarrollo que en esta época moderna es vital para el desarrollo de los pueblos, pensando sobre todo en que es lo que dejaremos a las futuras generaciones.
Es evidente la carencia de un Plan de gobierno Municipal, mucho menos hay indicios de promover la realización de un Plan de desarrollo concertado a largo plazo. Es decir, hay más dinero pero seguimos viendo más de lo mismo de siempre.
Ahora bien, el Presupuesto Participativo para el presente año fiscal, aprobado el año pasado es de S/. 1’345,363.00 ¿Y que se hará con los millones restantes que recibió la municipalidad este año si no hay proyectos importantes en mesa a solo dos meses para terminar el año?
Si se sigue así, lamentablemente a la Municipalidad Distrital de Nepeña le sobrara dinero al finalizar el año, y se dará el lujo de devolver al erario nacional y, eso si seria la peor desgracia.
La bonanza económica proveniente del canon y sobre canon, no es eterna, pasara un tiempo y volveremos como lo fue hace dos o tres años atrás. Y si eso ocurriera: ¿Cómo se pagara el incremento de personal que nuevamente se acrecentó en el presente gobierno municipal? ¿Cómo se afrontará el pago y mantenimiento del serenazgo si no se aplicó un verdadero plan de seguridad ciudadana? ¿Se seguirá sosteniendo programas en radio, televisión y prensa escrita que ningún gobierno municipal tuvo el lujo de hacerlo? ¿Se habrá descuidado el cobro de impuestos de ley a la Empresa Agroindustrias San Jacinto? ¿Qué se les heredara a las futuras administraciones municipales?.
Creemos que la constitución de un órgano fiscalizador ajeno al municipio puede ayudar, pero mucho más que eso, requerimos urgentemente que las organizaciones de base, quienes coordinan y reciben apoyo de la municipalidad tengan la suficiente personalidad para rechazar algún tipo de sometimiento o chantaje de parte del alcalde de turno. Aquello de que “te apoyo y me apoyas”, debe desaparecer definitivamente de nuestro pensamiento. Para ello requerimos líderes barriales y representantes de firmes convicciones. Las autoridades elegidas por el pueblo están obligadas a trabajar con las instituciones brindándoles el apoyo necesario y cuando lo hacen, es con el dinero del pueblo mismo.
Por eso, invocamos a todos quienes tienes la responsabilidad de opinar a través de algún medio, contribuir en fiscalizar, sugerir y discrepar al respecto cuando es necesario. Algunos ya lo están haciendo y eso es positivo. El entorno del Sr. Alcalde del distrito difícilmente asumiría esta posición, por lo tanto, es tarea de todos los demás hacerlo.
A las organizaciones locales, exigir licitaciones transparentes en donde ellos mismos participen como veedores; es más, deben exigir también la “donación” de algún bien para sus instituciones, porque los montos que estamos apreciando en las obras, están sin dudar por demás elevadas. De esa forma el famoso 10% de “coimisión” que no se puede ocultar porque existe, no iría a alimentar más la corrupción, sino beneficiaría aún más de lo proyectado a las instituciones receptoras. Se ha visto en el país, muchos casos de Alcaldes “regalones” y que manejan un costoso aparato publicitario que nadie sabe como se mantiene, sino hasta que se descubre el origen oscuro de ese dinero, y eso no queremos que pase aquí.
Así también, estamos ayudando a tener un buen gobierno municipal. En una democracia, son necesarias las críticas, la contraposición de ideas, la oposición. Y quien ha asumido el encargo de conducir los destinos del distrito tiene que haber estado preparado para asumirlo, antes de quejarse.
Decir hasta el hartazgo, “no me dejan trabajar”, el autodenominarse “Moisés” o “enviado de Dios” y atacar o satirizar a quienes cumplen su rol fiscalizador, es al parecer “poner el parche antes de que salga el chupo”. Se debe tener la capacidad de convivir con ello. De lo contrario nos convertiríamos en un distrito en donde impere la dictadura, y si eso ocurriera, debemos enfrentarlo sin titubeos.

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