lunes, 1 de octubre de 2007

RECORDANDO A "CABALLITO BLANCO": ¡UN GRAN TALENTO SANJACINTEÑO!

José Aguirre López, sanjacinteño de nacimiento y de corazón, es quizás la persona que más triunfos nos ha traído en el arte.
Desde muy pequeño creció escuchando en la radio a los “Embajadores Criollos” y sus primeras palabras fueron tarareando “Una carta para el cielo”, “Alma corazón y vida” o “Caballito Blanco”, sin saber quizás que al transcurrir varias décadas sería más conocido como “Caballito Blanco” mucho más incluso que su propio nombre.

Hombre de concursos, fogueado en casi seis decenas de eventos artísticos en donde en la mayoría ocupó el primer lugar.

Ganador indiscutible del entonces INKARI a nivel de todas las empresas azucareras. Triunfador en Trampolín a la Fama”, reconocido en toda la región por su canto.

Ganador hace pocos años en el evento organizado por la empresa Agroindustrias San Jacinto, con la canción “San Jacinto” que después fue emblema de dicha empresa.

Un GRAN TALENTO para recordar. Un ex trabajador de Agroindustrias San Jacinto, despedido injustamente como tantos que sufren la consecuencias de un sistema opresor y abusivo.“Caballito Blanco” recordó con nosotros pasajes de su vida.


Pepe. ¿Cómo así iniciastes tus primeros pasos en la música?

Primero lo hice en la escuela mil con la profesora Dominga Guerrero en transición.

¿Pero ya tenías alguna experiencia en la casa?

Yo escuchaba a mis padres, a mi mamá sobre todo que le gusta mucho la música criolla. En ese entonces, estoy hablando poco antes del terremoto, en las emisoras de radio escuchaba canciones de los Embajadores Criollos, canciones que estaban de moda en esa época, desde pequeño admiraba ya a Rómulo Varillas.

Conocemos también que esa cualidad innata fue explotada en el mejor sentido de la palabra por el profesor Pedro Valverde.

Claro, la profesora Dominga fue quien informó al Profesor Valverde, maestro de maestros en la música, a quien tanto aprecio y agradezco mucho por los consejos y experiencias adquiridas en ese entonces. Recuerdo como anécdota, una vez en el día del indio, me hizo parar como si fuera un militar con pie firme, y me dijo canta, y como yo tenía miedo al profesor por lo recto que era terminé escapándome.

¿Ensayaban fuerte con el profesor Valverde?

Sí, una vez en un concurso a nivel de cooperativas azucareras, el famoso INKARI, yo ensayaba con el profesor Valverde. En los ensayos que hacíamos nunca el profesor me decía que está bien, el quería que yo me supere más, me exigía mucho.

Y en casa ¿quién te apoyaba más tú mamá o tu papá?

Muchas veces a los festivales me iba escapándome y mi mamá me apoyaba por lo bajo.

A mi papá creo los amigos le decían que a tu hijo le van a explotar. Por eso quizás después perdí una gran oportunidad en la vida de poder integrar la Peña de Salvador Odar, aquel compositor de “Una carta para el cielo”, la Peña se llamaba José Gálvez incluso nos íbamos a presentar a nivel nacional.

¿Y es cierto que estuviste en el conservatorio?

Estuve aproximadamente tres años y eso muchas de las personas no conocen, ahí precisamente el compositor Salvador Odar fue mi maestro.

¿Cuál fue el momento más emocionante que tuviste?

Indudablemente cuando llegué hasta la final de Trampolín a la Fama de Augusto Ferrando. Incluso hace poco un vecino me llama desesperado y me dice “Caballito… ven, eres tú… estás saliendo en la televisión…” y efectivamente yo mismo me vi en unas escenas de trampolín a la Fama de hace años. Me dio mucha alegría verme después de tanto tiempo.

¿Recuerdas, Pepe tu primer festival ganado?

Creo que fue por el año 71 más o menos. En San Jacinto los hermanos Mejía y el grupo Ancón, si no me equivoco, organizaron un evento y tenía yo unos 7 años. Le gané a una de las triunfadoras de ese entonces Margarita Pacheco. Tiempo después la encontré como vocalista en la orquesta “La Realidad”.

¿Algún festival fuera de San Jacinto que te llegue a la memoria?

Hay un festival que hicieron a nivel de Centros Educativos del NEC de la época. Ahí gané el “Túpac Amaru de Oro”, en 1979, pero también en numerosos festivales en Chimbote, como aquel que organizó la escuela Republica de Argentina.

¿Has llevado la cuenta en cuantos concursos has participado y salido victorioso?

He participado en 59 concursos, ya ni recuerdo cuantas gané.

¿Y qué hay de aquella última generación de criollos?

Fueron momentos en que aparecieron nuevos valores del criollismo, ahí se fundó el Centro Unión del Criollismo. He tenido gratos momentos de participar junto a Willy Medina, Javier Escudero, Ushi, su hermana Luz, Sonia e Ivan Leyva, Enrique Quispe.Papi Alva, el finado Richard Torres, Quique Mejía y otros que se me escapan de la memoria.

¿Y qué esta pasando ahora que no hay nuevos valores?

Yo pienso que lo que falta de oportunidades. Las radios ya casi no tocan música criolla. Ya no están los que reemplacen al grupo Ancón, a Pedrito Valverde. Hay muchachos que acuden a los karaokes y gusta tanto de la música internacional como la música nuestra. A ellos hay que apoyarles.

¿Y alguno de tus hijos ha seguido tus pasos?

Sí, mi hijo Frank, el día que me dijo: “…papá quiero cantar, quiero participar, quien más que tú para que me enseñes…” fue ahí donde yo apliqué mis experiencias, tal vez lo que aprendí del Profesor Valverde. Por eso fue que mi hijo ganó algunos festivales.

Tuve la oportunidad de verte ganar hace algunos años cuando la Empresa Agroindustrias San Jacinto promovió una canción a San Jacinto.

Yo nunca pierdo el ánimo y cuando voy a festivales siempre voy a ganador, ese es mi pensamiento y por eso en ese concurso salí ganador, con un tema de Willy Flores.

Mucha gente se pregunta, ¿como así un interprete de la canción emblema para San Jacinto, termina siendo despedido por la empresa por la cual siempre cantaba?

Yo he superado esos momentos difíciles de injusticia, a Dios le doy gracias porque me mantengo siempre; te voy a ser honesto, no padezco; gracias le doy a Dios, a toda mi familia, hay muchos amigos como Mansueto Díaz que siempre me apoyó Gracias a el y a todos los que me aprecian.

¿Confías que algún día se te haga justicia con tu situaron laboral?

Yo soy realista, yo ya no creo en la justicia del hombre, no tengo confianza, estoy decepcionado de las autoridades. Pero sí creo en la justicia de Dios, va tardar pero llegará esa justicia algún día.

Ustedes pasaron algo insólito que quizás no haya existido algún caso similar en otro lugar del país. Fueron despedidos porque sus esposas reclamaban pagos de haberes.

Pasábamos una necesidad grande. No había pago, se me había acumulado una infinidad de compromisos que cumplir. Como el caso de mi padre que hasta ahora no es operado. Mi hijo terminaba su secundaria, le truncaron su futura carrera con ese despido injusto. Lo mismo les ocurrió a mis compañeros Castillo y Pedro.

Pero la esperanza es lo último que se pierde dice el dicho…

Eso también espero.
Muchas gracias.

Terminamos el diálogo y “Caballito” silvando un conocido vals de su amplio repertorio, continuó trabajando en su vivienda, como él dice: “…hay que recursearse del alguna manera…”

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