jueves, 19 de febrero de 2009

EN HISTORICA PARALIZACION TRABAJADORES “HICIERON LLORAR” A FUNCIONARIOS DE LA EMPRESA

DESPIERTA EL LEON DORMIDO
Trabajadores agremiados a los recuperados sindicatos de obreros y empleados inician huelga indefinida contra la empresa agroindustrias San Jacinto
Como recordando aquellas gestas heroicas de lucha de antaño por la reivindicación de los trabajadores, desde las cero horas de anoche, los trabajadores agremiados a los sindicatos de trabajadores y campesinos (sindicatos de Obreros) y del sindicato de Empleados, después de una asamblea en sus locales respectivos, acordaron iniciar una huelga general indefinida, después de evaluar el petitorio solicitado a agroindustrias San Jacinto, con la finalidad de que éste les cumpla puntualmente con la totalidad de sus pagos que se les adeudan y se comprometan a remunerarles puntualmente en lo sucesivo, así como hacer de acuerdo a ley el deposito de sus CTS a alguna agencia bancaria para que gane intereses y no se vean perjudicados, así como reponer a los trabajadores despedidos injustamente por el simple hecho de reclamar y participar en movilizaciones.
El día martes, al promediar la medianoche, centenares de trabajadores acompañados de sus familiares salieron de los locales sindicales bajo el grito de justicia, reposición y arengas alusivas a que el miedo se acabó. Inmediatamente se armaron piquetes para bloquear todos los ingresos a la fábrica y así estuvieron hasta el amanecer en vigilia y con fogatas, convencidos de que la razón y la justicia estaban de su lado. Al amanecer aproximadamente un centenar de trabajadores llegados de Anexos reforzaron esta medida, al mismo tiempo otra cantidad más bloquearon las entradas a los Anexos y a Nepeña, paralizándose por completo todo tipo de tráfico, especialmente la circulación de cargamentos de caña provenientes del distrito y fuera de ella.
Lo que ocurrió durante la mañana, fue espectacular, la masa trabajadora en una cantidad enorme se trasladaron a las instalaciones de la fábrica a ubicar a los pocos amarillos y traidores logrando que se paralice la molienda de caña de azúcar. Posteriormente se movilizaron a las oficinas administrativas a intentar dialogar con los representantes de Agroindustrias San Jacinto, evidenciándose nuevamente un gran rechazo especialmente del Gerente General Juan Calisaya Medina, quien por enésima vez, cumplía la orden de anunciar que no accederían a sus requerimientos dizque porque la empresa estaba en crisis. Los trabajadores recordaron los record de molienda, la venta diaria de azúcar ya asegurada y la imposibilidad de que la crisis afecte la empresa toda vez que la venta de azúcar es constante, asegurada y no ha disminuido a comparación con años anteriores.
Al no presentarse respuestas favorables, la masa trabajadora y familiares en una reacción natural producto de la constante y larga opresión, echaron pintura amarilla al temido comandante Tassara quien terminó escondiéndose, después le tocó el turno al Gerente General Juan Calisaya, quien terminó volando por los aires y cayendo hasta en dos oportunidades a la piscina que es exclusiva para los altos funcionarios de la empresa.
En horas de la tarde, reunidos los funcionarios de la empresa con los representantes de los tres gremios sindicales existente en Agroindustrias San Jacinto y la participación del Coronel, Fiscal y Defensora del Pueblo llegados de Chimbote para la ocasión, se firmó un acta de compromiso, resaltándose entre otros, el cumplimiento de pagos de el Empresa les adeuda del mes de enero y el compromiso de pagar puntualmente en lo sucesivo. Asimismo, se comprometieron reponer a los cinco trabajadores despedidos injustamente.
La paralización fue tan contundente y recibió el total respaldo de la población quienes se solidarizaron con esta causa tan reclamada por reivindicar a los trabajadores y sus familiares de la explotación y el abuso que sistemáticamente aplicaron en San Jacinto Los Picasso Candamo quienes instauraron una política de miedo, represalia y sometimiento a dirigentes sindicales y hasta de autoridades, convirtiendo nuestro distrito en una pequeña dictadura en donde hacían lo que querían y la razón del pobre nunca era escuchado en las altas esferas judiciales, políticas y hasta religiosas.
Lo que llamó la atención a muchos, fue el comportamiento extraño del alcalde, cual forastero que le importa un pepino la realidad social de las mayorías, más por el contrario, se dedicó en forma simultanea “armar” una supuesta asamblea dizque para reclamar la titularidad del estadio San Jacinto, cuando todos sabemos la convivencia que mantiene éste con los de la empresa y que si de verdad pretende el estadio, pues bastaría aplicar la ley y ejecutando alguna acción judicial para exigir los pagos puntuales por concepto de impuestos de ley y la posesión del estadio y no prestarse a shows mediáticos nada fructíferos que solo favorecen a los explotadores.
¿Habrá sido una cortina de humo para opacar o bloquear la gran movilización de los trabajadores que ya se veía venir?



Por: Pedro Escudero Cárdenas

Fuerte paralización de trabajadores de Agroindustria San Jacinto.

En paro indefinido por falta de pagos, los trabajadores de agroindustria San Jacinto, toman en rehenes a dos gerentes de la compañía.
Toman en rehenes a dos gerentes para exigir pago

DATO

El sueldo mensual de un obrero es de 560 nuevos soles sin beneficios y con contrato de tres meses. Según afirman los trabajadores, el gerente general percibe un sueldo de 60 mil soles mensuales, y goza de todos sus beneficios.


Con bombas lacrimógenas tuvo que responder la policial frente al ataque con botellas y piedras de todo tamaño que lanzaron los manifestantes en el local de agroindustria San Jacinto, tratando de reclamar el pago de sus salarios.

La defensora del pueblo Roslyn Villanueva, quien se encontraba en el local para brindar imparcialidad en las negociaciones tuvo que abandonar dicho local con lágrimas en los ojos, debido a los gases utilizados por la policía, indicando que se habían perdido las garantías de la protesta.

Los enardecidos trabajadores de la empresa azucarera en el pueblo de San Jacinto, quienes cumplen desde el día de ayer un paro indefinido, se amotinaron cansados de esperar que los hermanos y dueños del consorcio Picasso Candamo, cumplan con pagar de acuerdo a ley, sus salarios atrasados desde hace un mes.

Al parecer, la intolerancia de sus empleadores y el saber que no se iba a cumplir con pagar los jornales adeudados, indignó aun más a los huelguistas quienes en horas de la mañana decidieron marchar hasta la casa de gerencia, donde se encontraban los altos funcionarios.

Según información de testigos, una vez en el lugar, una de las trabajadoras ingresó por una de las ventanas a las instalaciones administrativas, logrando burlar al vigilante. De esta manera, pudo abrir la puerta de ingreso, una vez dentro, la multitud fue hasta las oficinas donde se encontraba el gerente general Juan Calisaya Medina y el gerente de personal Pedro Cuenca Vargas, a quienes de inmediato los sacaron de sus asientos y los metieron a la piscina del lugar.

Luego los trasladaron a empujones hasta el centro de capacitación de la empresa ubicado a unos metros de la fábrica, donde los mantuvieron hasta que llegó un fuerte contingente policial de Chimbote, encabezado por el coronel, el Fiscal y la Defensora del Pueblo.

Después de varias horas de conversaciones, el secretario general del sindicato de empleados Hernando Sáenz Diestra, manifestó que se había logrado la reposición cinco trabajadores despedidos injustamente, el pago de todo el mes de enero y parte de la primera quincena del presente mes.

Reclamos
La exploración es una de las protestas que mantiene enardecido a los asalariados.

Los trabajadores indican que desde el año 1996 no reciben sus CTS y menos sus utilidades.

En otros puntos, señalan la compañía nunca paraliza trabajando día y noche hasta feriados, logrando sacar buena producción de azúcar, tanto así que las ventas se realizan a futuro. El problema es que tampoco reconocen el tiempo extra que trabajan los obreros y empleados, quienes muchas veces se ven obligados a colaborar por temor a ser despedidos.

Fuente: Diario LA PRIMERA de Chimbote