domingo, 30 de septiembre de 2007

LA COLONIA HUATINA EN SAN JACINTO CELEBRÓ SU FIESTA PATRONAL


Una vez más, la colonia huatina residente en San Jacinto, celebró su fiesta en honor a la Virgen de la Asunción los días Martes 14 y miércoles 15 del presente mes.

El Distrito de Huata de encuentra en las faldas de la cordillera negra, en la parte central de la provincia de Huaylas, y es el distrito más pequeño en extensión territorial. Se encuentra ubicado a 2,739 m.s.n.m; y a 17km. de la ciudad de Caraz, capital de la provincia a de Huaylas.

El Distrito de Huata fue creado por la administración de Bolívar en 1825 y legitimado por ley el 29 de Diciembre de 1856 y sancionado por la ley del 2 de Enero de 1857.

Huata es un Distrito profundamente católico, por la devoción que guarda a la Virgen de Asunción de Huata en cuyo homenaje en ese lugar se ha construido un templo con categoría de Santuario Mariano.

La fiesta patronal de Huata se celebra el 15 de Agosto de cada año. La señora “Kinke” y toda su familia, son los precursores de este acontecimiento que ya se ha hecho tradicional en San Jacinto y cuya celebración se hace con actividades religiosas, sociales y el plato fuerte es la parte artística que esta vez contó con la presencia de la cantante folklórica “Magda” y como siempre, tuvo una acogida multitudinaria.




REQUERIMOS UNA VERDADERA SEGURIDAD CIUDADANA EN EL DISTRITO DE NEPEÑA

El día jueves 7 de agosto pasado, La Municipalidad Distrital de Nepeña y la Policía Nacional firmaron un convenio para establecer el Serenazgo Municipal en el distrito. Emocionado el Alcalde Nepeñero anunció la adquisición de 20 radios, tres camionetas para el serenazgo cuyas unidades circularán con un efectivo policial una vez que la máxima autoridad policial regional lo autorice.

Hasta ahí todo parece bien, toda vez que en la última campaña municipal, casi todos los entonces candidatos recogiendo el clamor popular consideraron como prioritaria la seguridad ciudadana. Pero, lo cierto es que las medidas para contrarrestar la delincuencia, drogadicción y el pandillaje no se pueden combatir a la ligera con entusiasmo ni buena intención, sin planes ni programas integrales; peor aún, a espaldas de la población.

Una política en seguridad ciudadana es local, participativa, privilegia la participación de la comunidad en labores de prevención. Debe contener objetivos y estrategias concretas a corto, a mediano y a largo plazo, mediante un trabajo integral y sostenido de los órganos que conforman el sistema. Asimismo debe estar acompañada de una plataforma de ejecución realmente eficaz, que contenga las siguientes líneas de acciones básicas:
  • Fortalecimiento de la capacidad institucional de la Policía Nacional para la prevención y lucha contra la delincuencia (convenio de financiamiento con entidades de apoyo interinstitucional).

  • Prevención y atención a jóvenes, mujeres y niños, víctimas de violencia, con signos de alcoholismo, consumidores de drogas, etc.

  • Reinserción social de delincuentes, jóvenes primarios, a través de programas con entidades especializadas.

  • Desarrollo comunitario: capacitación a cargo de la Policía Nacional, de agentes Policiales Municipales, Juntas Vecinales y autoridades comunales encargadas de formular planes y proyectos en materia de prevención de la violencia.

  • Crear una central de comunicación que integre el sistema de seguridad privada (los serenos municipales y la Policía Municipal); que coordinen labores de patrullaje, vigilancia, rastreo y captura de delincuentes.

  • Sensibilización, promoción y difusión de campañas informativas y actividades de participación comunitaria en prevención de la violencia y accidentes.
No lo decimos nosotros, es la acumulación de datos recogidos de especialistas en la materia. inclusive, está tipificada en una de las obras de Luis Gonzáles Posada cuando éste Presidía el Grupo de Trabajo de Seguridad Ciudadana del Congreso de la República.

Por eso nos causa preocupación que en poco más de medio año de gestión municipal no se haya iniciado todo lo necesario para organizar a la población ni mucho menos elaborado conjuntamente los planes y programas. La adquisición de camionetas, es recién el último paso, después de haber avanzado con todo lo señalado.

Muchos alcaldes en el país, temen organizar a la población, porque este les exigirá oportunamente o porque les pedirá participar de las licitaciones o porque existe en algunos casos fobia de las autoridades por las medidas transparentes, o también por falta de capacidad.

De acuerdo a la ley Orgánica de Municipalidades, se obliga la participación ciudadana. Municipio somos todos y por lo tanto estamos obligados a exigir buenas medidas.

Estamos a tiempo todavía.

Prof. Pedro Escudero Cárdenas